ARTETERAPIA

ARTETERAPIA

 

El espacio de Arteterapia se configura como un lugar de creación acompañada, un camino de búsqueda y transformación en el que somos guiadas para contactar con lo propio, y donde se impulsa esa búsqueda de lo vivo, de lo capaz, de lo posible.

 

En esta creación entra en juego la propia persona creadora, su producción y el vínculo surgido en el proceso en que todo esto transcurre. Es un juego continuado que pretende plantar una semilla hacia el empoderamiento, fortalecimiento y transformación de este grupo de mujeres.

 

Los diferentes lenguajes artísticos que podemos utilizar en los talleres se convierten en una valiosa herramienta que nos permite sacar a la luz nuestras capacidades y nuestras dificultades a la hora de expresar emociones y sentimientos. Son también una lección que nos da pistas sobre cómo resolvemos cualquier asunto tanto dentro del taller, como en nuestra vida cotidiana.

 

Sobre todo, este proceso se da dentro de un espacio seguro y libre de juicio, donde velamos por nuestro cuidado e intimidad con mucho cariño, pero también con el rigor necesario.

 

A lo largo de esta preciosa experiencia, han entrado en juego muchísimos elementos que sabemos que tienen que ver con la integración de nuestras experiencias pasadas. Se ha podido construir un espacio seguro, propio, donde crear, con cuidado, acogimiento y respeto. Se trata de acoger lo que cada una trae al aula: la rabia, el mal humor, las preocupaciones, el cansancio, la puntualidad o la falta de ella, el hacer y el no hacer… Todo se acoge, y en ocasiones, se transforma.

Los talleres de Arteterapia han sido nuestro punto de encuentro durante
varios meses.
Allí, quincenalmente, hemos dado rienda suelta a nuestra imaginación y
a nuestra creatividad, explorando diferentes materiales: pinturas, arcilla,
telas…y a través de ellos hemos ido viajando a los diferentes paisajes
internos que habitan en nosotras.
Aquí puedo ser yo

Durante el proceso, también han ido surgiendo temas que nos unían, las migraciones, las injusticias de nuestros países de origen, el amor, la familia, la iglesia, la comunidad y, sobre todo las ganas de prosperar y de construir una vida digna de ser vivida con amor y libertad.

Compartir, escuchar y observar las obras y las aportaciones de las demás ha sido tremendamente enriquecedor para todas. A lo largo del camino hemos ido perdiendo el miedo a la hora de crear y de emplear los diferentes materiales y ganando en confianza a la hora de compartir nuestras experiencias con el resto. Nuestras obras se han ido enriqueciendo con las aportaciones de las demás, incorporando nuevos matices en la creación de cada una. Ampliando nuestro registro de experiencias, para poco a poco ir trazando nuestro camino

Creciendo juntas

Darnos cuenta y descubrir que todas nosotras somos capaces de crear ha sido un acontecimiento muy importante. El arte nos permite expresar todo lo que a veces cuesta decir con palabras.

Ha sido una hermosa forma de conectar con nuestras fortalezas y nuestras debilidades. Poder crear desde lo artístico ha sido todo un proceso que favorece nuestra capacidad de autoconocimiento, de expresión y de decisión.

Poder tomar nuestras propias decisiones, por pequeñas que sean, nos ha resultado tremendamente liberador.

¡Fortaleciendo el grupo!

A lo largo de las diferentes sesiones, nos hemos ido constituyendo como grupo, con una dinámica y un marco de trabajo que nos ha aportado la estructura necesaria para construir un espacio propio en el que poder expresarnos y crear libremente

El no juicio y el apoyo constante que hemos experimentado (21-11-2019) en las sesiones han sido claves a la hora de empezar a confiar en nuestras capacidades.

Así, hemos creado personajes, pintado un entorno para ellos, inventado historias, hemos sido escultoras de nosotras mismas, dibujado e imaginado mundos diferentes, etc… Y con el tiempo, hemos ido adoptando más iniciativa y hemos aprendido a agradecer el silencio y la paz que nos aporta la respiración, la creación, la música, la pintura…