Nuestro espacio de encuentro es algo valioso para nosotras.
Este es un espacio seguro, de confianza, para poder expresar lo que pensamos con total libertad. Nos escuchamos y respetamos tal y como somos.
Poco a poco, con cada encuentro, vamos construyendo este lugar sagrado, como si fuéramos una familia: éste es nuestro hogar de mujeres poderosas.
Participamos en múltiples actividades juntas.
Profundizamos en nuestros derechos, como ciudadanas y como mujeres. Aprendemos sobre el feminismo y la lucha de otras mujeres. Sabemos lo importante que es también pensar en nuestros propios cuidados y apoyarnos entre nosotras, escucharnos y creernos.
Pero además hemos sacado la artista que todas llevamos dentro: hemos pintado, bailado, cantado… ¡y, además, nos reímos y disfrutamos!